Todos tenemos una cerveza favorita, nuestra birra de referencia cuando salimos los fines de semana con los amigos, la que nos tomamos en casa mientras preparamos un picoteo o vemos la televisión o la que nos acompaña en nuestras vacaciones. ¿Pero de verdad reconocemos su sabor frente a otras marcas? En Wow! Sampling quisimos retar a los consumidores. Queríamos saber si eran capaces de descubrir la cerveza camuflada que se encontraba escondida detrás del vinilo negro: la San Miguel Especial.
¿Cómo lo hicimos?
Propusimos a nuestro cliente vinilar las latas de cerveza, esconder la marca, camuflarla y evitar que hubiera un mínimo indicio a través del cual su core target intuyera de que se trataba.
Buscábamos una experiencia Wow! y no quedarnos en un mero sampling de producto, así que decidimos irnos a aquellas ubicaciones gratuitas donde sabíamos que el público de San Miguel Especial no solo iba a estar, sino que iba a disfrutar de la cerveza. Quisimos jugar con ellos, y aceptaron.
¿Dónde nos fuimos?
Nos desplazamos a los lugares de consumo y ocio a los que el target suele acudir en su tiempo libre para desconectar y disfrutar verdaderamente del producto estrella: una San Miguel Especial: tiendas de moda, galerías y exposiciones de arte, barberías, peluquerías, clubes de pádel, escuelas de teatro… La única consigna que tenían a su alcance cuando recibían el producto era el de «una cerveza de premio».
Todos aceptaron la misteriosa experiencia. Pensaron, le dieron vueltas y se sorprendieron descubriendo la cerveza que se escondía detrás del vinilo. Wow! Sampling acompañó a los consumidores en su momento de ocio y lo potenciamos aún más. ¿Pero qué conseguimos con ello?
Resultados del Sampling a ciegas
Llegamos a impactar a más 17.000 personas, amantes de la buena cerveza, que se encontraban nada menos que en un total de 142 ubicaciones seleccionadas. Entre todos ellos, más del 80% accedió a la encuesta a través del código QR que se hallaba en la cerveza vinilada para destapar la identidad del producto que habían probado.
Caras de sorpresa, risas y mucho asombro. Muchos acababan de tener un flechazo cervecero. La conexión entre la marca y los consumidores fue un supermatch en toda regla.
Misión Wow! cumplida.